domingo, 13 de diciembre de 2015

Hoy os quiero contar un buen uso de la tarjeta de crédito para estas navidades

Antes de que fundáis vuestra tarjeta de crédito estas navidades, os quiero contar una anécdota que espero os sea de utilidad, a mí al menos me sirvió para salir de un buen apuro y después de más de 20 años de experiencia en banca y toda la formación financiera acumulada, sigo aplicando el que un día fue un consejo recibido nuevamente en la calle por alguien con sabiduría.

En pleno invierno y durante una escapada a Berga por los 90, me decidía a retornar a casa después de tomar un buen chocolate caliente, disfrutando de esas pequeñas cosas que valoras especialmente cuando hace frio. Al llegar al coche, como era de esperar, la nieve y el hielo lo cubría con un par de dedos de grosor. Mi ignorancia en este sentido al ser ciudadano de playa me enfrentaba a lo desconocido, ¿como quitar la nieve del parabrisas para poder iniciar mi marcha?.
Imposible con los guantes, ni con un trapo y un auténtico desastre si echaba agua o le daba a los limpias. Desde la ventana del apartamento Javi me gritaba, "usa la visa, la visa", la verdad tardé un poco en reaccionar i entender a que se refería.

Basta con colocar la Visa con el canto en el parabrisas, inclinarla un poco,( aproximadamente ángulo de 45º ) , desplazarla hacia abajo y ves como el hielo desaparece y tu problema también.

Sin duda nunca lo hubiera imaginado. Un pequeño consejo de un amigo al que hace mucho que no veo, pero que recuerdo cada invierno desde entonces y un consejo que he compartido siempre que he encontrado alguien con el mismo problema, que aún hoy sigue siendo habitual y para muchos de solución desconocida.

Normalmente los problemas tienen una solución sencilla, basta con conocerla. La utilidad de la Visa me ha servido siempre que ha nevado, pero el aplicar soluciones sencillas a los problemas complejos me ha ayudado especialmente para afrontar multitud de situaciones que difícilmente hubiera superado sin la tranquilidad que te da el saber que la solución está ahí, que es sencilla y que hay quien sabe resolverlo.

Espero que cuando os encontréis con el parabrisas lleno de hielo, tengáis una tarjeta, si no tiene saldo no importa, ja ja. y también que recordéis este post.

Y también que cuando tengáis un problema complejo, de esos que no te dejan respirar, seáis capaces de parar, pensar, no agobiaros y buscar a quien sepa resolverlo recordando que la solución existe y además es sencilla.

Tanto si lo sabéis como si no, compartir este post con vuestros amigos, quizás les saque de un apuro y lo que es seguro es que será el primer regalo que hagáis utilizando la visa del que lo recibe.

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