jueves, 27 de julio de 2017

hoy os quiero contar planificar para adaptarse a un nuevo plan

Me levantaba temprano, para aprovechar  el día, nada más salir a la terraza ya sabia que tenía que cambiar de planes, el viento, aunque no muy intenso ya me indicaba que era mejor dejar las actividades marítimas para otro día. 
Ya explicaba en algún post, que demorar, retrasar o dejar para otra ocasión es en realidad renunciar, especialmente si lo que demoras te apasiona. 
El tener un plan alternativo  va bien si quieres mantenerte siempre activo haciendo lo que realmente te apetezca, creo que es mejor reaccionar y adaptarse emprendiendo un nuevo reto que lamentarse.  
Tan fácil como elegir hacer aquello que más te apetece  en ese momento, cuando tienes proyectos en mente aunque sean pequeños, adaptarse es relativamente sencillo y si esos retos forman parte de tus sueños adaptarse es el camino.
Tan sencillo como adelantar la planificación de las rutas de senderismo del norte mientras me relajo con la lija restaurando esa puerta que me recuerda cada día donde están mis prioridades.
Cuando modificas tus planes y te sorprenden con un "boooon día" inesperado, justamente desde tu destino, me intrigan esas pequeñas casualidades. Siempre sorprende algo tan inesperado como improbable, y tan improbable como desconocido.
Y  justo en ese momento, con quien has cancelado tu actividad  marítima hace unos minutos , te vuelve a llamar esta vez desde el hospital, pulverizando tus planes.
En ese momento de forma automatizada todo se desmonta , te olvidas del viaje y de las rutas planificadas,  porque sabes que dejarlo para otro momento es  sinónimo de renuncia, o al menos se parece bastante.

Mientras observo  a la persona que me trajo al mundo monitorizada se que me apetece estar ahí acompañándola  como ella hizo tantas veces en mi delicada infancia

Prefiero estar ahí a su lado, feliz por poder elegir estar, seguro de que su corazón aguantará  y seguirá envejeciendo lentamente a mi lado, sencillamente porque esa es la mejor opción y mi capacidad de adaptarme me permite seguir avanzando haciendo realidad mis sueños.

Recuerda que cualquier opción, por mala que parezca es mejor que otras  y sobre todo no olvides que lamentarse no es una opción.

Siempre es mejor hacerse mayor y envejecer que dejar de hacerlo, disfrútalo.

miércoles, 19 de julio de 2017

Hoy os quiero contar porque no se puede ser feliz

A diferencia de otras lenguas, el castellano cuenta con dos verbos diferenciados, el ser y el estar, aunque con significado similar, la riqueza dialéctica nos conduce a usar uno u otro en función de lo que queramos expresar y como primera directriz de uso, aunque con innumerables matices, se establece el verbo ser para expresar tangibles  y el verbo estar para expresar intangibles (sensaciones). De esta forma solemos usar el ser para decir es rojo, es de día, es un caballo.   Y el estar para decir está cansado, está perdido, está nervioso.
El usar el ser y el estar de forma indiferente probablemente por la incursión de otras lenguas nos ha llevado  a construir una de las frases típicas y tópicas.

Quiero ser feliz.

Y esta búsqueda de la felicidad asociada  al verbo ser, nos lleva  a mi entender, a un camino sin fin. Recuerdo de las clases de lógica de BUP que una premisa incorrecta genera conclusiones incorrectas.  
Si la felicidad es un estado de ánimo, deberíamos asociarlo al verbo estar y por tanto la tan ansiada búsqueda de la felicidad partiría  de la premisa

Quiero estar feliz.

Y feliz se está en innumerables ocasiones, tantas como seamos capaces  de aislar el presente, desmenuzándolo y haciéndolo tan pequeño como para valorar nuestro estado de ánimo en un instante  concreto.      

Si miramos atrás, no debemos preguntarnos si fuimos felices, sino valorar aquellas innumerables ocasiones  que estuvimos felices.
Si miramos el futuro, no pretendamos ser felices, un estado de ánimo no puede ser estable en el tiempo, planteemos si queremos, como llegar a estar felices cuántas más veces o con la mayor intensidad.

Aunque sin duda, si buscamos alcanzar la felicidad, es decir ESTAR FELICES, solo podremos  en el presente, por tanto comienza a valorar cada detalle, saborea, cierra los ojos, sueña, emociónate, llora, rie, suspira, y sobre todo ilusionate, porque solo si te emocionas y te ilusionas puedes estar feliz.