martes, 22 de marzo de 2016

Hoy os quiero contar técnicas de gestión del tiempo

Sin duda una de las asignaturas pendientes de muchos de los grandes profesionales que he conocido es la administración y la gestión del tiempo.
A pesar de la amplia oferta formativa que podemos encontrar al respecto, es difícil dar con la fórmula mágica que nos erradique este problema tan generalizado. La necesidad de mejorar esta competencia es una constante en las valoraciones y en los planes de mejora de la mayoría de las organizaciones.

¿ Realmente tenemos un problema de gestión del tiempo tan extendido en la  mayoría de las organizaciones ?

Sinceramente, creo que no.

Es cierto, que no nos da tiempo a realizar todas las tareas con un nivel de calidad elevado y que cuando nos acercamos a un nivel óptimo y eficiente nos pasa factura alguna parcela donde nos hemos relajado. De hecho la distribución entre lo personal y lo profesional ya nos plantea la primera y gran cuestión de distribución y gestión de nuestro tiempo para mantener un equilibrio que no afecte a uno de nuestros dos grandes bloques, el personal y el profesional.

A medida que mejoras a nivel profesional, necesitas más tiempo para alcanzar la excelencia, pero lo mismo sucede si mejoras en tus áreas no profesionales, si mejoras tu vida personal, a medida que eres más feliz, también necesitas dedicar más tiempo para realizar lo que realmente quieres.

¿Cómo gestionas todo esto?  ¿Dónde está el punto muerto? ¿Cómo priorizo?

Cansado de darle vueltas a este tema y de probar diversas metodologías, sin saber bien porque, me decidí un día a pararme para analizar esta cuestión, centrarme en lo que para muchos es la competencia clave de grandes profesionales. Pensé que lo mejor para resolver un problema es tratarlo de forma científica y me animé a plantearlo como un problema matemático, al final el tiempo es una cuestión que se estudia en clase de física, no es economía, ni derecho, es física y por tanto la solución se debería resolver matemáticamente.

No os voy a exponer la resolución matemática de la gestión del tiempo, no tuve que hacer logaritmos, el tiempo no es modificable, por tanto si nos falta tiempo es exclusivamente por un motivo, la capacidad de resolución es inferior a la necesaria. Dicho en lenguaje de la calle, somos lentos para hacer tantas cosas con la calidad deseable.

A pesar de que el tiempo no es modificable, insistimos en modificarlo, ¿y que hacemos?,

Pues un simple trasvase , es decir, sacrificamos unas actividades a cambio de otras, y a medida que mejoramos, queremos abarcar más y sacrificamos otras y así de forma sucesiva hasta que alcanzamos el caos porque hemos sacrificado tantas actividades que ya no distinguimos las prioritarias de las importantes, las voluntarias de las impuestas, las necesarias de las básicas, total que creamos un pupurri y tenemos tantas cosas pendientes, que lo único que sabemos es que nos falta tiempo, y además cada vez nos falta más.

Pues bien, tiempo, no nos falta, porque el tiempo, está, siempre ha estado ahí, avanzando lentamente, segundo a segundo.

No busques tiempo para hacer las cosas pendientes, averigua lo que te importa realmente y hazlo, tiempo precisamente es lo que te sobra, lo que te falta no es tiempo, sino valentía para hacerlo, valentía para hacer lo que realmente deseas y valentía sobre todo para dejar de hacer lo que te ocupa.

Esto cambiara, algún día, de repente, sin aviso, te quedarás sin tiempo, pero ahora, ahora lo tienes todo y como gestionarlo lo decides tu, solo tu.

Desmenuza todo lo que tienes que hacer, todo, lo profesional, lo personal, lo urgente, lo importante, lo que es voluntad tuya y lo que no,  retrocede y enfócalo desde la perspectiva contraria, céntrate en dejar de hacer todo aquello que pueda hacerse otro día, todo aquello que pueda hacer cualquier otro, deja de hacer todo aquello que no sea lo más importante, elije solo hacer una cosa, exclusivamente, aquello que te proporcione la mayor satisfacción, aquello que deseas hacer realmente, independientemente de su dificultad, dedica tu tiempo a elegir y no a realizar actividades que no te aportan nada, abandona la rutina, haz una cosa, hazla bien, disfrútala, las demás ya se harán, o no, si eliges bien nunca te faltará tiempo.






1 comentario:

  1. Posiblemente la clave esta en el sabor, queremos hacer tantas cosas en el tiempo del que disponemos, que no préstamos atención a saborear todos los placeres que nos rodea, pero sin embargo estamos constantemente subrayando que no podemos hacer esto o lo otro, dejando escapar momentos a los que tratamos como rutina y que realmente son la esencia de nuestras vidas.
    Intentemos saborear los que hacemos y nos daremos cuenta que no necesitaremos más tiempo ni desearemos hacer lo que creemos que hace feliz a los demás.

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