domingo, 14 de febrero de 2016

Hoy os quiero contar dos formas de hacer la lazada de los zapatos

Una de las ideas iniciales que me rondó por la cabeza cuando comencé a escribir este blog, era poder explicar algo que fuera útil por si mismo y que además pudiera utilizarse como guía para otras múltiples decisiones o acciones a tomar en la vida.
Hoy, algunos o muchos de vosotros aprenderéis a hacer la lazada de los zapatos, o mejor dicho aprenderéis que lleváis todos estos años haciendo la lazada de forma incorrecta.
Cuando era niño me enseñaron a atarme los zapatos, después de muchos días viendo como mis padres me los encordaban, llegó el gran día donde conseguí finalmente hacer la lazada, tal y como la hacían ellos.
Ahora nos parece muy sencillo, pero cuando eres pequeño era toda una encrucijada, algo complicado y dificultoso.

Primero pones ambos extremos de los cordones hacia el lado contrario, después pasas uno de ellos por debajo del otro y estiras de ambas puntas, haciendo medio nudo, doblas uno de los extremos, haciendo la primera lazada, pasas el otro extremo por encima, lo rodeas y coges el cordón por la parte de abajo, estiras de forma que aparece otra lazada, aprietas y ya está, ya está hecho el lazo de los cordones.




Seguramente lleváis años haciéndolo de esta forma. Si lo observas, verás que los lazos quedan más o menos inclinados , una lazada arriba, normalmente a la izquierda y la otra a la derecha, pero hacia abajo, pero ambas lazadas quedan inclinadas, por no decir torcidas.

Seguramente de pequeño, se te aflojaban los cordones y se acababan desatando a lo largo del día. Piensa las veces que te has encordado los zapatos durante toda tu vida. Seguramente ahora no te sucede porque haces un nudo con las lazadas, para que no se suelten,  ¿curioso no?  porqué incluso haciendo un nudo de seguridad, a veces se acaban aflojando y desatando.
Observa con detenimiento cualquier deporte, el que quieras donde haya calzado con cordones.
¿Has visto cordones desatados?  Creo que sí.  Aprovechando que está de moda el running y las cursas populares, intenta encontrar una donde nadie se paré durante la carrera a atarse de nuevo las zapatillas.


Ahora coge tus zapatos o zapatillas deportivas, en  uno de ellos haz la lazada de toda la vida y en el otro comienza la lazada como siempre pero no pases el cordón alrededor por la parte delantera de arriba a abajo sino en sentido contrario, por atrás y de abajo arriba, la lazada parecerá muy semejante, pero obsérvala bien, verás que está totalmente perpendicular al zapato, ya no está torcida como la otra, de momento ya ganamos en estética.


Ahora estira fuertemente de los laterales del zapato separándolos, sorprendentemente la lazada se aprieta en lugar de aflojarse, ¿curioso no?

Esta segunda forma de encordarse los zapatos es prácticamente igual que la que llevas haciendo toda la vida, pero ligeramente más dificultosa, y especialmente complicada para un niño de 3 ó 4 años, posiblemente esto nos ha llevado a que inicialmente aprendiéramos la forma fácil aún siendo la menos eficiente y una vez aprendida la hemos mantenido año tras año, viendo como nuestros cordones se aflojaban hasta desatarse.
En cambio haciendo la lazada en sentido contrario, nunca se aflojan y por tanto no se desatan.

Lo que sucede con los cordones, seguramente sucede con infinidad de cosas y acciones que llevamos haciendo desde siempre de forma incorrecta, de la forma más sencilla y menos eficiente, simplemente porque nos lo enseñaron así y no nos hemos preocupado de pensar como podríamos mejorarlo.

A veces actuamos de forma absurda o ineficiente simplemente porque siempre lo vimos hacer así.  Y lo que es peor, muchas veces somos conscientes que no actuamos correctamente, pero lo hacemos porque siempre se hizo así.  Quizás sea momento de cambiar lo que no es correcto.

Estoy seguro que este post te sirve para que no se te aflojen los cordones de los zapatos y espero que también te sirva para preguntarte como puedes mejorar los procesos que te rodean, para descubrir nuevas formas de ganar en eficiencia.

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